Algo que siempre repito en los cursos de fotografía que imparto, es que “en nuestro cerebro se acumulan todas las imágenes que vemos. Cuanto más lleno tengamos el disco duro de grandes fotografías, mejores se volverán nuestras fotos. Tu técnica fotográfica mejorará cuantos más fotógrafos estudies. Cuanto más conozcas. Cuanto más hayas visto”.  

A los adultos siempre les pido que preparen unas cuantas fotos de un autor para compartir en clase: se aprende muchísimo cuando todos revisamos sus biografías y las fotos que más nos hayan impactado.
Por eso ahora, después de protestar infinitamente cuando los alumnos no traen sus trabajos en tiempo… Ejem… Voy a dedicar una semana al mes a un autor. Queridos alumnos, no hay excusa. ¡Quiero vuestras entregas!


Como primera fotógrafa para esta sección, quiero presentaros a Isabel Steva Hernández (Barcelona, 1940), conocida artísticamente como
COLITA‘Saber hacer fotos es saber mirar’

Aprendiendo de… COLITA

Colita descubrió la fotografía en la España de la posguerra gracias a una pequeña cámara de baquelita regalo de su padre: “Me fascinaba retratar a mis perros y gatos, a mis tietas y que luego llegara mi padre y lo revelara. Eso era magia. Lo sigue siendo”.

Lo que empezó como un juego, pasó a convertirse en una afición adolescente que, a principios de los años sesenta, la llevaría a las laderas de Montjuïc a acercarse a la vida cotidiana de los gitanos, buscando captar su alegría y sus ganas de vivir, más allá de la miseria y la pobreza que les rodeaban. Conocer a Oriol Maspons y a Xavier Miserachs, a quienes considera sus principales maestros, marcaría definitivamente su futuro y su forma de entender la fotografía. El secreto para una artista autodidacta como Colita no es otro que practicar y practicar, pensando muy bien cada fotografía. Tendrían que pasar muchos años de trabajo para que a Colita la tomaran en serio y la consideraran una más del grupo, una auténtica profesional, lejos ya de aquella joven aficionada.

Paco Rebés fue otra de las figuras fundamentales de su vida: él le encargó hacer la figuración de la película “Los Tarantos”, (Francisco Rovira-Beleta, 1963), donde sucedió el verdadero flechazo con el flamenco. Ver bailar a Carmen Amaya y a Antonio Gades fue decisivo en su carrera.

 

EXPOSICIÓN “FLAMENCO, EL VIAJE SIN FIN”

La Alhambra, Granada

Hasta el 6 de mayo

COLITA: “Estoy honrada de colgar en la alhambra, es el regalazo que me han hecho en mi vida. Esta es una de las exposiciones más bellas, por no decir la más bella. No la más grande, ni la más aparatosa, pero sí la más bella”.

 

Aprendiendo de… COLITA

Cuenta Colita que “sufrió” un deslumbramiento cuando conoció a la irrepetible bailaora Carmen Amaya. Una mujer briosa y menuda, rebelde e innovadora. Carmen Amaya -conocida como “La Capitana” en el flamenco”-, influyó fuertemente en la fotógrafa durante su juventud. Colita, buscó durante años, aquellos momentos únicos, fascinantes e intensos, para captarlos con su cámara. Con su seiscientos recorrió las carreteras de Andalucía, que le llevaron hasta Triana, Jerez, Utrera, Morón, Lebrija…  Metiéndose en su cotideaneidad buscando una fotografía sin artificios, directa, que logra captar la dimensión más cotidiana y humana de los grandes del flamenco.

 

Una selección de casi 80 imágenes entre las más de 400 que había para escoger. Unas imágenes cargada de fuerza, de potencia, de belleza. No te dejarán indiferente. El montaje, impresionante por el que XPERIMENTA CULTURA merece una mención especial. Junto con el entorno, hacen de esta exposición algo difícil de superar.

¡Sólo nos queda disfrutarla!

 

(P.D.: No he conseguido saber quién es el autor de la fotografía de Colita en la exposición. Si es tuya, me gustaría citarte. Por favor, ponte en contacto conmigo. ¡Gracias!)

Aprendiendo de… COLITA

Leave a Comment